sábado, 18 de diciembre de 2010

Enrique Rojas y el poder del encubrimiento


Como ya he dicho en otro sitio, el blog está muy lleno y está perdiendo la composición de las fotos y los párrafos (blogger da 102 Mb y hemos llegado a las 297, cuando podamos, lo arreglaremos).

Aunque pensaba continuar con la entrada anterior, hoy, por si acaso, por lo que pueda ocurrir, dejo aquí estos documentos junto con los retos que creo se deben conseguir. No soy una incívica ciudadana, soy una pro-derechos que considera que ni mi cabeza ni la de nadie tiene precio y que no se nos puede secuestrar con cobertura aparentemente legal, para que un impostor disponga de nuestra vida.

Pensamiento 1)............... Enrique Rojas fuera de la Medicina

Pensamiento 2) Desde mi leal saber y entender, los socios y simpatizantes del Opus Dei no son aptos para la Administración de Justicia, con independencia de la honestidad personal de cada uno de ellos, según los expertos, se consideran hermanos entre sí y están sometidos al voto-compromiso de obediencia. En el Opus Dei no existe libertad de conciencia.

¿Cuánto vale y cómo se puede recluir en un psiquiátrico privado a una mujer sana, para que quede bajo el control de Enrique Rojas Montes, médico privado adscrito al Opus Dei, al que se le lleva permitiendo desde 1984, que ejerza de impostor?



En el documento de la derecha, el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid, que depende de la Comunidad de Madrid dice, que además de los demás, Enrique Rojas Montes emite certificados médicos no veraces y los entrega a un marido.

La fecha del documento es del año 1999-2000.
(lo miraré). Volvemos a dejar las pruebas a mano, como siempre, Enrique Rojas conducta de "Terrorismo social"

1) Aunque parezca mentira, el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid, archivó a Enrique Rojas el expediente disciplinario que le había abierto. Por supuesto, se recurrió vía administrativa con idéntico resultado.

2) Aunque parezca mentira, en España existe un médico que emite certificados (en plural) médicos falsos a espaldas de mujeres, que alguien se ha molestado en denunciar y probar lo que este "Ilustre" Colegio ya conocía.
Y el "Ilustre", en lugar de tomar medidas, lo ha seguido dejando suelto sin sanción alguna para que pueda seguir ejerciendo y aplicando su método.
Enrique Rojas "Soy escritor, catedrático
de Psiquiatría de la Universidad
Complutense de Madrid..."
3) Aunque parezca mentira, se da la circunstancia que hace 13 años, la conducta de Enrique Rojas Montes, ya fue calificada por la Comisión Deontológica del Consejo de Colegios Médicos de España, como "Terrorismo social" y también quedó libre y sin sanción. Lógicamente, cuando estaba siendo juzgado por el caso anterior, actuó de nuevo.

4) Aunque parezca mentira, se da la circunstancia que Enrique Rojas Montes, además, es un individuo que desde 1984, se identifica como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid", siendo mentira y que el "Ilustre Colegio de Médicos de Madrid", también archiva estas denuncias.
Enrique Rojas no ha sido ni es
catedrático de Psiquiatría de
la Universidad Complutense
5) Aunque parezca mentira, en este Estado de Igualdad, laico, de Leyes de Memoria histórica y de Violencia de género, Enrique Rojas Montes, un médico adscrito al Opus Dei consigue "sacas de madrugada" a través de un juzgado. Y si por azar fallan porque a su víctima no le dé un infarto, sufra un accidente vascular, no se tire por una ventana y vaya a parar a manos de médicos honestos.

A las 48h., este individuo, al cambiar el juzgado de guardia, con el conocimiento y consentimiento del 1er. juzgado, puede conseguir a través del juzgado de al lado, que se ordene una nueva "saca", esta vez con total garantía de que se llevará a cabo, tanto para el marido como para Enrique Rojas, el médico impostor.
Ilustre Colegio de Médicos de
Madrid, aceptando pulpo
como animal de compañía
Vuelvo a repetir que sólo quienes consiguen escapar y no queden a merced de Enrique Rojas y su tratamiento, podemos denunciar esta barbarie llevada a cabo en un Estado que dice ser de Derecho, pero que después de 13 años, no sólo no ha juzgado a Enrique Rojas, ni al marido ni a los responsables de la Administración de Justicia que colaboran y hacen posible que tal barbarie pueda llevarse a cabo.

6) Y aunque siga pareciendo mentira, si se nos ocurre denunciar, después de recibir amenazas de un 3er. intento de interamiento y denunciar las mismas, la Justicia nos dice que no son "sino manifestaciones nuestras", aunque el 3er. intento de internamiento se lleve a cabo, en un juzgado que conoce los dos intentos anteriores, la reincidencia de Enrique Rojas y está resolviendo sobre la Administración de patrimonio que solicita el marido.
Enrique Rojas mintiendo en currículo
"Remedios para el desamor"
Todo esto sucede, en un edificio pequeño donde sólo existían 5 juzgados y cada uno de ellos tenía una guardia semanal. Mi hipótesis actual, después de cerrar el círculo, es que si los juzgados hubiesen sido engañados por Enrique Rojas y el marido, hubiesen actuado en consecuencia, en lugar de permitir que tanto Enrique Rojas como el marido camparan a sus anchas y no prestasen tutela judicial efectiva. Enrique Rojas mintiendo en currículo ¿Quién eres? Y mi ejemplo es, que si se encarga un crimen a un sicario y éste decide llevarlo a cabo con una pistola, el sicario tiene que tener pistola o posibilidades de conseguir que alguien se la preste, de no ser así, utilizará otro método y menos aun insistirá en el mismo a pesar de fallarle reiteradamente. El sicario que insiste, lo hace porque tiene seguridad que el camino elegido le llevará a conseguir sus pretensiones. Enrique Rojas nunca ha pertenecido a la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid Importante: No desviar la atención de las pruebas judiciales. Somos ciudadanos, no moneda para intercambio de favores, ni hormigas para pisotear por juzgados que sin argumentos, resuelven, sin enviar el procedimiento a reparto. No más sacas de madrugada ni reclusiones en psiquiátricos privados a causa de certificados médicos falsos emitidos a espaldas de la víctima por un impostor. No todo el mundo consigue escapar antes de quedar a merced de Enrique Rojas.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Enrique Rojas, El truco


Enrique Rojas no ha sido ni es
catedrático de Psiquiatría de la
Universidad Complutense de Madrid


¿El truco? Enrique Rojas tiene muchísimos. Ya los estáis viendo en la colección de cátedras con las que se disfraza en todos sus libros para venderlos como churros.

Concretamente en el caso que nos ocupa - internamiento psiquiátrico forzoso - con las siguientes características,


- Sin conocimiento del interesado.
- Vía marido.
- Sin contacto visual por parte del médico con la "supuesta enferma" desde hacía meses.
- No sólo no existe exploración previa a la emisión del certificado, tampoco existió una entrevista de exploración psiquiátrica, nunca.
- Con emisión de certificados oficiales médicos no veraces, como dice el Colegio de Médicos de Madrid el truco, consiste en,


Elegir juzgado, eligiendo juzgado de guardia que actúe dentro de la guardia sin enviar el procedimiento a reparto.


¿Cómo se consigue? En primer lugar hay que presentar la solicitud de internamiento en el juzgado elegido y en segundo lugar, desde mi leal saber y entender, pienso que sólo se puede conocer si un juzgado de guardia enviará determinado procedimiento a reparto o no, teniendo contactos dentro de dicho juzgado.

Dejamos de nuevo los documentos, que colgamos en "El método", que prueban las afirmaciones que realizamos, para que estén más a mano por si hubiera que consultarlos,

Solicitud internamiento

Providencia Juzgado 2

Oficio Juzgado 2

Licenciado Medicina

Colegio Médicos Madrid dice,
E. Rojas emite certificados "No veraces"

Al elegir E. Rojas el juzgado, cualquier víctima suya carece de garantías ya que no elige un juzgado cualquiera, sino un juzgado, llamemósle "amigo", que conoce el objetivo.

Recapitulando sobre las entradas anteriores de esta serie (1er. intento de internamiento, Juzgado 2 Majadahonda),

- El método: La juez, con un acientífico certificado oficial médico de E. Rojas y la solicitud de internamiento del marido, resuelve, sin ver ni hablar con la interesada (dudo mucho que Su Señoría haga lo mismo con los presos a los que va a privar de libertad).

- La faena: Antes de este 1er. intento de internamiento, Enrique Rojas llamó e intentó convencer al médico de Familia para que emitiese un certificado sobre mí prescribiendo mi internamiento psiquiátrico. Rojas pretendía que el médico de Familia, emitiese este certificado sin verme y sin proporcionarle mi historia clínica.
..(Para más información remitiros a las entradas citadas).

La ley de internamientos psiquiátricos en contra de voluntad es clara y estricta, si bien, esté contemplado en la ley o no, en la práctica, adquiere cierta holgura en los casos de pacientes con antecedentes psiquiátricos que ya han sido internados y requieren internamientos con frecuencia en función de sus crisis. En estos casos, es la familia quien suele tramitar el internamiento.

Al presentarse mi entonces marido con un certificado médico emitido a instancia de "la familia", como consta en el certificado de puño y letra de Enrique Rojas, Su Señoría estaba percibiendo un posible delito tipificado en el Código Penal (la violación del secreto profesional). En ningún caso, Rojas, podía entregar un certificado a persona distinta a mí, ni emitirlo a instancia de terceros.

Si Rojas consideraba que debía internarme (difícil porque no me había visto previamente), la ley establece que debe ser el médico quien solicite el internamiento al juzgado.


Desde mi leal saber y entender, me quedo sin entender todas actuaciones de la juez que suscribe los documentos de arriba,

1) Juan Cantero Caba, el marido, presenta una prueba (el certificado emitido por Rojas) que se ve se ha obtenido ilegalmeente, sin mi conocimiento ni consentimiento y la juez la admite para abrir un procedimiento.
- Si os acordáis del padre coraje, no le fueron aceptadas las cintas con la declaración del asesino de su hijo porque habían sido grabadas sin su conocimiento y consentimiento (no quiero pensar que internarme a mí fuera más importante que esclarecer un asesinato, indicaría que tenían mucho empeño conmigo).

2) Que sea el marido quien solicita el internamiento de la mujer y la juez no sospeche, resulta bastante chocante, sobre todo cuando consta en el certificado que no ha sido solicitado por la mujer.

3) La juez resuelve sin verme ni hablar conmigo.

4) Para que se lleve a cabo un internamiento psiquiátrico forzoso, debe darse una situación muy extrema donde exista auto o heteroagresividad o un posible deterioro significativo del supuesto enfermo en caso de no ingresado.

- Si recordáis el caso de la activista saharaui Aminatu Haidar, cuando en huelga de hambre el Cabildo de Canarias solicitó su ingreso en contra de voluntad, pese a que su estado era crítico, conocido por todos y el ingreso lo solicitaba un gobierno autonómico, el juez acudió con un médico forense a ver a Aminatu ya que no podía autorizar su internamientono sin haber visto físicamente a la persona a la que iba a privar de libertad.

5) Como dije en "El método", el juzgado de guardia sólo resuelve los casos urgentes e incluso lo habitual es, que se mande a reparto procedimientos de cierta urgencia porque el juzgado de guardia no da más de sí.

- Si os fijáis en doc. "Solicitud", dice que se presenta un certificado médico expedido el día 24 (era viernes). Si miramos la fecha de la solicitud, podemos ver que se realiza el día 27 (lunes).
- ¿Dónde estaba la urgencia para que el juzgado de guardia resolviera en el mismo momento, sin tener en cuenta a la persona que iba a privar de libertad?

6) Para que esta juez actuará como actuó, mandándome a la Policía y sin molestarse en verme, yo debería haber estado tirando tiros por una ventana o acuchillando sin piedad a quienes pasaban por mi calle.

- Ni el certificado de Enrique Rojas ni la solicitud del marido, realizan tal afirmación, ni a la juez le interesaba mi estado porque no lo preguntó.

7) Tampoco la juez solicitó el auxilio del forense del juzgado ni para verme, ni para recabar opinión sobre el certificado emitido por Enrique Rojas que en sí mismo es altamente sospechoso acientífico y por consiguiente amoral.

8) No se le ocurrió tampoco que me examinasen en el Centro de Salud Mental de Majadahonda, que estaba a 5 minutos del juzgado, sino que ordena que me examinen en el Hospital Puerta de Hierro, que estaba a unos 14 kms. de mi casa, aunque lo más mezquino e inhumano, es que se acuerda con la Policía que vengan a buscarme de madrugada.
Puesto que el internamiento se solicitó por la mañana ¿dónde está la urgencia cuando se le pide a la Policía que se retrase 18 horas?

- Juan Cantero Caba, reconoció que él acordó con la Policía la hora de mi recogida, en la declaración que realizó ante esta juez cuando denuncié.
- Ignoro si "ese acuerdo" se realiza ante algún representante del juzgado o existe/ algún otro documento o nota del juzgado indicando que la Policía obedeciése al marido... no sé, no creo..., aunque no alcance a comprender que la Policía acepte semejante orden de un marido, sin "toques" o presiones de algún tipo, para un servicio, donde debe "recoger" y trasladar a un "supuesto enfermo mental".

- Y más raro aun, que tras la declaración del marido reconociendo que había acordado con la Policía que viniesen a buscarme de madrugada (dato que demuestra que el solicitante del internamiento es consciente de la NO enfermedad, ya que cuando se cree que el candidato a internamiento padece una enfermedad mental, en ningún caso se acuerda que vengan a buscarlo de madrugada).


Seguiremos con los hechos que ocurren en este juzgado, en la siguiente entrada.


Pensamiento 1)............... Enrique Rojas fuera de la Medicina


Pensamiento 2) Desde mi leal saber y entender, los socios y simpatizantes del Opus Dei no son aptos para la Administración de Justicia, con independencia de la honestidad personal de cada uno de ellos, según los expertos, se consideran hermanos entre sí y están sometidos al voto-compromiso de obediencia. En el Opus Dei no existe libertad de conciencia.




domingo, 12 de diciembre de 2010

Enrique Rojas, La faena (especial compañerismo)



Enrique Rojas
el abanderado de la cruz

Al post anterior que llamé "El método", donde en realidad no conté nada sobre el método de Enrique Rojas y me fui por los derroteros del método del juzgado nº 2 (que con un churro de certificado médico de Rojas`+ otro churro de solicitud del entonces marido, emite una Providencia judicial y manda a mi casa a la Policía con orden de "localización y traslado"), se me olvidó incluirle una anécdota anterior a ese 1er. intento de internamiento forzoso, que aporta un punto especial al susodicho Enrique Rojas.

El método Rojas consiste en implicar en sus tropelías al mayor número de personas posibles ajenas al plan, dentro de lo que las posibilidades permitan.
Estas personas, en principio son más o menos engañadas con la ayuda de prebendas y después de que han obrado mal, cuando se dan cuenta, tienen dos caminos,

Enrique Rojas el dandy
- Rectificar (perderán lo conseguido, por ejemplo puede ser... un trabajo).
- O convencerse así mismas e intentar convencer a los demás de que Rojas tenía razón.

Además, el susodicho cuenta con los cómplices habituales (los monaguillos de su consulta) y el cliente (en mi caso, el entonces marido, Juan Cantero).

La anécdota, que ocurre antes del 1er intento de internamiento y que yo no conozco hasta casi dos meses después, es la siguiente:

Unos 20-25 días antes de este 1er intento de internamiento, el ex hace todo lo posible para que nos cambiemos de médico de Familia a "una chica de por la tarde". Puse el grito en el cielo porque ni venía a cuento ni procedía, llevábamos muchos años con el mismo médico y no teníamos ninguna queja (a toro pasado, me di cuenta que "la chica de por la tarde" sería una médico-contacto de Enrique Rojas o simplemente "conocida" a la que Rojas se la podía pegar más fácilmente que a nuestro médico, supongo que el ex no vería el plan que tenían, fácil, advertiría a Rojas y se le ocurrió proponerme el cambio de médico).

Enrique Rojas el del pedestal
Ante mi negativa al cambio, no les quedó otra y,

Enrique Rojas llamó a nuestro médico de Familia al Centro de Salud (huelga decir que el teléfono se lo daría el ex, le diría quien era nuestro médico de Familia, etc., etc.).
No me enteré de esto hasta mes y medio después, hacía meses que ya había dado pasaporte a Enrique Rojas (que no fue nunca mi médico porque yo se lo pidiera, sino porque él me llamó para "ayudarle en la terapia que el ex estaba llevando a cabo en su consulta" (eso fue lo que me dijo y que el ex iba a la consulta de Rojas, era lo que yo tenía entendido, que fuera verdad o no, no lo sé porque al ex no lo seguí nunca. Facturas a nombre del ex, sí había, si en vez de hacer terapia negociaban mi internamiento tampoco lo sé, porque nunca estuve presente).

Enrique Rojas el conferenciante

El caso es que Enrique Rojas llamó, se le presentó como siempre "Soy Erique Rojas, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense..." y, empezó a convencerlo de mi grave enfermedad sin especificar cual, para "ver como podía colaborar y ayudar el médico de Familia en mi tratamiento".

Este médico más joven que el perverso y experimentado Rojas, médico, médico, no dandy ni estrella mediática ni negociante con maridos... no podía imaginar la faena que le tenía preparada "el catedrático UCM". En principio, se impacta y agradece que un médico privado de esa categoría (mi médico ya lo conocía como catedrático de la UCM), tenga la deferencia de llamarlo y contar con él para un tratamiento que se sale de lo normal.

Y aunque le dice que nunca había observado nada raro en mí, tampoco se lo discute. Hacía dos o tres años que yo no iba por el Centro de Salud (voy sólo cuando lo necesito) y Rojas era el experto. Si el catedrático lo decía... y el médico de Familia no me había visto, no había nada que discutir.

Enrique Rojas
el Consejero de Almas

Al hablar de la colaboración y ayuda que podía prestar nuestro médico de Familia, Rojas le dice que "si nos quiere ayudar de verdad, lo mejor que podía hacer por mí, era emitir un certificado médico prescribiendo mi internamiento, que Juan iría a buscarlo" (el ex). ¿Cómo lo veis?.

El médico de Familia se quedó perplejo porque 1º) No pensaba que yo estuviese tan mal, 2º) Pensó, que si Enrique Rojas me estaba tratando, lo lógico era que fuese Rojas quien emitiese el certificado.

Le dijo a Rojas que le enviase mi hª clínica y Enrique Rojas contestó, "ahora mismo, vía fax, dame el nº". Le dio el nº de fax, pero nunca le envió la hª clínica (no podía ¿cómo se iba a mojar inventando una enfermedad dejando prueba escrita?).

Enrique Rojas el del
"desarrollo personal"
Pasados unos días, fue Juan Cantero (el ex) a buscar el certificado que suponían que el médico de Familia había hecho (Rojas cree que aunque él no haya enviado la hª, ni dado señales de vida, el médico de Familia no le dará importancia y pensando que a Rojas se le habría olvidado, emitirá el certificado, "por ser vos quien sois", así de prepotente es este pseudo, pero en esta ocasión se equivocó).

El médico de Familia le dijo al ex, que antes de emitir el certificado médico me quería ver.
El ex respondió que era imposible, que yo estaba muy mal y se fue sin certificado.


Enrique Rojas el taquillero

El caso de mi médico de Familia, si hubiese emitido el certificado (Rojas creía que conseguiría llevárselo al huerto, de otro modo no se lo hubiese propuesto), es un ejemplo de como Rojas va metiendo a personas engañadas en su trama, que en cuanto actúan, quedan pilladas.

En este caso, sólo hubiese necesitado la amabilidad "del detalle" de contar con el médico de Familia. Falló porque se trataba de una colaboración excepcional con una persona excepcional (mi médico). A otros, quizás les den algo más a cambio.

Enrique Rojas el educador
En este nivel de personas desconocidas y honestas, que por supuesto no son del Opus Dei, invitar a una conferencia, regalar un libro "dedicado"..., Rojas, derrocha amabilidad y aunque al otro no le apetezca la conferencia ni quiera el libro, coloca la situación de forma que resulta difícil negarle un favor que se cree bueno o inocuo, aunque generalmente suele ser imprudente.

Pienso, que con las advertencias que estoy segura le hizo el ahora ex a Rojas sobre nuestro médico de Familia (repito, de ahí la repentina ocurrencia de cambio de médico), esto mismo - convencer a médicos de Familia -, lo había hecho Rojas otras veces. No se iba a lanzar a algo tan arriesgado

.................................. sin saber si funcionaba o no con un hueso que no se presentaba fácil de roer.
Enrique Rojas el vinicultor.....................

Seguro que lo he dicho ya en otro/s sitios, pero insisto, en que no creo que lo que Rojas hizo conmigo, fuera la 1ª vez que lo hacía, intervino mucha gente y todos sabían que debían hacer. Nadie se equivocó como hubiese sido lo lógico en una situación tan abominable que se realiza por primera vez.

Enrique Rojas "el familiar"
sin escrúpulos que hace llevar a su consulta a los hijos de los demás
para malmeterlos contra sus madres e intenta engañar al médico de
Familia para que emita certificado médico sobre la mujer,
prescribiendo internamiento psiquiátrico y lo entregue al marido

La faena: La catadura ética y moral, traición y falta de camaradería y compañerismo de Enrique Rojas, al montarle a un médico de Familia mucho más joven que él - y sobre todo sin experiencia en el maquiavelismo de la manipulación, el protagonismo, el codazo y el pisotón al compañero -, la encerrona que le montó, no tiene parangón.

Hubiese sido nefasto para mí, que mi médico emitiese ese certificado, pero también podría haberme escapado como me escapé en el 2º intento - de éste en mi opinión, terrorista de pluma, papel y telef. - y mi médico de Familia hubiese arruinado su carrera, porque seguro que Enrique Rojas hubiera declarado que no le había pedido nada sino todo lo contrario - hubiera sido mi médico quien se lo había pedido a Rojas - o, hubiese tenido un buen manchurrón a causa del tirano compañero.

..................Petición: Enrique Rojas maquiavélico impostor, fuera de la medicina


viernes, 10 de diciembre de 2010

Enrique Rojas, El método



Hoy, día de los "Derechos Humanos" antes de las 12 de la noche, me he propuesto empezar a demostrar con pruebas, una causa que hasta ahora, no ha gozado de ningún derecho para muchos de los que seguramente han jurado la Constitución española solemnemente, muchas veces, y para otros, a los que se les llena la boca diciendo que estamos en un Estado de Derecho, sin añadir, que "depende".

Depende de quienes sean los derechos a respetar, de quienes sean los que los atropellan y la infraestructura que tengan.

El documento de la izquierda (donde sólo se ha borrado un DNI y una dirección física), es una solicitud de internamiento psiquiátrico - firmada por un sin escrúpulos del que se podría decir mucho más -, junto con un "certificado oficial médico" emitido por,

Enrique Rojas catedrático de Psiquiatría y Doctor en Medicina y Cirugía colegiado en Madrid con el número 28864 y con el ejercicio profesional en Serrano 100..., que no voy a subir de momento (a estas alturas sé que sabéis que si digo que existe, existe, lo mismo que existo yo), sirven, para que un juzgado de guardia que sólo se ocupa de asuntos urgentes (y los no urgentes los manda a reparto porque no son de su competencia y ningún juez/a se queda con el trabajo que no le toca), emita la siguiente Providencia judicial, sin más...

Fijaros, en todo lo que necesita esta juez para quitarme mi derecho fundamental a la libertad.

No le tiembla el pulso para ordenar una "localización y traslado" ante la solicitud de un mequetrefe marido (perdón, pero no me sale nada más) y un médico que, aunque del Opus Dei, constaba,
Colegiado en el "Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid como Licenciado en Medicina, para privarme de mi derecho a la libertad.

Rojas, sea psiquiatra o no, el susodicho, si no había presentado la documentación que lo acredita en 2009, lógicamente tampoco lo había hecho en 1997 (con una vez que se presente sirve de por vida).

No sé si este sujeto - Enrique Rojas -, es psiquiatra con especialidad legal o no, ya que ante mi solicitud por fax de esta información al Colegio de Médicos de Madrid (organismo que según información del Ministerio de Sanidad y la Agencia Española de Protección de Datos - AGPD -, por ley tiene obligación de facilitarla), me enteré que D. Emilio Lizárraga, que aparece a día de hoy en la web de este Colegio como letrado - aunque por teléfono me dijeron que era Presidente de la Comisión Deontológica -, había dado instrucciones para que precisamente a mí, no me respondieran en nada.

Me presenté entonces en el Colegio de Médicos de Madrid con varios escritos. En uno de ellos solicitaba conocer la especialidad de Enrique Rojas y aunque no es necesario acreditar interés legítimo, lo acredité aportando otro certificado que este doctor Rojas (para mí, alias doctor Menguele) emitió sobre mí como "psiquiatra". Esto fue el 9 de julio de 2009 y ni el listillo-prepotente, que abusa de poder de D. Emilio Lizarra, ni nadie por parte del Colegio de Médicos de Madrid me ha informado sobre la especialidad de Enrique Rojas.

De lo expuesto, se puede deducir la infraestructura con la que Enrique Rojas cuenta en el Colegio de Médicos de Madrid, para quitar de en medio a personas.
Entiendo, que garantizar la impunidad de este individuo, en la forma que lo hace el Colegio de Médicos, forma parte de la infraestructura del susodicho doctor Rojas. Si alguien lo ve de otro modo, le agradecería que lo explique. Puede dejar sus argumentos en un comentario. A poco que sean discutibles los pondré en una entrada porque me considero una pro-derechos aunque no tenga ni sillón ni sueldo de un Juzgado (por ejemplo, no he colaborado con nadie para quitar a esta juez de en medio, pese a los Autos que fue sacando en su día y me permito decir ahora, "de vergüenza" ante hechos que

perfectamente y mucho mejor que yo conocía, póngase en el lugar de quien es víctima de su robo de derechos, Señoría y, su insistencia también en el atropello del derecho a la justicia; si cuenta el número de veces en las que conociendo la verdad, archivó, se dará cuenta del sufrimiento gratuito que ocasiona al ciudadano inocente a causa del elemento de la foto de la izquierda).


Sin perder el hilo de la juez, que ahora es lo que más interesa, antes de decidir que me "localicen" y "trasladen", ya que el internamiento se estaba solicitando el día 27 por la mañana, una simple llamada al Colegio de Médicos de Madrid, le hubiese permitido conocer quien era el médico que en un certificado de 7 u 8 líneas, donde no daba un diagnóstico concreto (debería haberle chocado que no se atreviese a plasmar un diagnóstico y sí, medida tan espectacular), recomendaba y prescribía mi internamiento (Rojas, hace las dos cosas en este certificado, recomienda y prescribe, típico suyo es hacer mal intentando que parezca que él no lo hace).

Enrique Rojas, el tipo de la foto de la izquierda, dice así,
"De ahí que recomendemos el ingreso hospitalario por prescripción facultativa".


El documento siguiente, es el que la juez, que ha tenido a bien formar un expediente de internamiento psiquiátrico, con una solicitud que alguien del juzgado ha tecleado (según información de los funcionarios en su día, la secretaria judicial, que "estuvo más de una hora con "el marido" y la puerta de su despacho cerrada", no debe ser habitual o, no lo hubieran señalado si fuese lo habitual) y ha firmado un marido y un certificado médico acientífico, emite, para que la Policía venga a buscarme.

Aclaro, para quienes no conozcan la mecánica de los juzgados, que de un documento se emiten varias copias y no todas las firma el juez. La copia firmada supongo que sería la destinada a la Policía, pero el documento aunque no esté firmado en esta copia, es veraz y existe testimonio del mismo.

Creo que hay muchos más jueces honestos que "no se prestan", que deshonestos que se prestan y no les importan robar derechos a ciudadanas/os inocentes a los que no han visto en su vida ni tenían ningún dato objetivo de ellos (más o menos como Queipo de Llano, el general Mola, Millán Astray o cualquier otro de la estirpe, "en este pueblo una lista de 70 y en el otro de 700 para el camión o el paseíllo" o mismamente Paracuellos "vamos a fusilar a los prisioneros porque llevárnoslo supone un engorro", disposición de vidas ajenas que indican la catadura moral de quienes disponen).


Si no creyera que existen más buenos jueces que malos jueces, no estaría haciendo lo que estoy haciendo hoy día de los "Derechos humanos". Permitirme explotar. 13 años de lucha para barbaries tan claras, es demasiado tiempo en el país de los Derechos.

En España, como he dicho antes, los derechos dependen. A mí, ciudadana de a pie sin relevancia alguna, esta juez a la que pagamos el sueldo para que garantice derechos, me quitó un buen puñado sin tener ningún dato objetivo sobre mí y cuando los tuvo, continúo en su empeño en lugar de rectificar. Todavía no he terminado de decir todo lo que hizo y cómo colaboró en el plan elaborado entre "el catedrático" colegiado como Licenciado, que además tenía señalamiento de juicio por otro caso similar,
http://doctorenriquerojas.blogspot.com/2009/11/enrique-rojas-violacion-del-secreto.html

y, el marido Juan Cantero Caba, al que la secretaria judicial le teclea la solicitud de internamiento y está más de una hora en el despacho a puerta cerrada con él, con el consiguiente mosqueo de los funcionarios, que ahora probablemente dirían que no lo dijeron o que no lo recuerdan. El día que lo dijeron estaban especialmente indignados. Más adelante contaré por qué.
Enrique Rojas no es catedrático de
Psiquiatría en la Facultad de Psicología.
En la Facultad de Psicología no existe ni ha

existido nunca cátedra de Psiquiatría
¿Qué hago diciendo esto aquí hoy? En 1er. lugar por mi salud mental. Porque callar y callar lleva a dudar de la realidad (ahí están los docs., cuando me vuelvan a decir que no es como digo, muchos podréis decirme que percibo bien la realidad) y porque hasta hace poco no terminé de cerrar el círculo entre la información que me ha ido llegando o he ido consiguiendo a través de los años, lo que he ido aprendiendo y "el truco" de la "infraestructura Rojas".


Ha sido un descubrimiento partiendo de nada. Mis conocimientos en derecho, se limitan al sentido común y, a esta nefasta experiencia y el atar cabos, es algo que rechaza el instinto de supervivencia cuando la situación es tan mala por el número de gente implicada (destapar a uno, puede pasar..., destapar a muchos... se percibe como un suicidio).

¿Que me empuja a contar aquí mi descubrimiento? En parte, el instinto de supervivencia. Conociendo que Enrique Rojas insistió dos veces más conmigo (cuando supo que iba a denuciar y cuando supo que había denunciado en el Colegio de Médicos), ahora que está próxima la 3ª fecha de juicio que tenemos (llevamos dos suspensiones), no sé que se le puede ocurrir hacer ni que contactos puede utilizar para que me ocurra algo raro y no halla ni luz ni taquígrafos.

Mi experiencia en las tres ocasiones en las que pretendió internarme por la espalda, es que a pesar de no haberlo conseguido gracias a la honestidad profesional de los psiquiatras y psicólogos a los que fui a parar, siguió insistiendo mientras pudo. En el ámbito judicial, no se ha dado otra cosa que total opacidad, explicaciones absurdas y Autos que los abogados consideraban "de libro" (como varios de la juez de este juzgado nº 2).

Puedo decir que ninguno de los juzgados por los que he pasado a consecuencia de este empeño en quitarme de en medio del duo Rojas - Cantero, ha realizado prueba alguna para esclarecer 3 intentos de internamiento psiquiátrico por la espalda, es decir 3 intentos de privación de libertad (con complicidad Rojas-marido, evidente), rechazados documentalmente por 16 profesionales a los que nunca han querido citar, que no eran sino intentos de secuestro donde iba a quedar a merced de Enrique Rojas en un psiquiátrico privado ¿para qué y por qué?. ¿Qué pretendía hacer conmigo?. Aunque sea ciudadana de a pie sin relevancia alguna, conocer por qué han montado tales movidas, pienso que es algo que a cualquier juez o fiscal le debiera interesar.

Sin embargo, en los procedimientos penales, tanto a juezas como a fiscal, solo les ha interesado archivar sí o sí.
Y en los procedimientos civiles, dejarme sin medios para que no pudiese defenderme, a la vez que iban conformando el plan de Enrique Rojas y el ex (sí, así es, se ha quedado con muchísimo más de lo que le correspondía y con la empresa que yo había fundado y había dado origen al patrimonio que teníamos).


Enrique Rojas no ha sido ni es catedrático de
Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la
Universidad Complutense de Madrid
Como colofón, hasta pasados 10 años de sucedidos los hechos, gracias a la terna de jueces que me tocó esta vez en la Audiencia penal de Madrid, un juzgado de instrucción se dignó oírme, aunque no siempre sucedió de esta forma con la Audiencia. Recuerdo un Auto de barbarie-humillante, de los que quitan las ganas de pertenecer a este país.

Admito que un juez pueda equivocarse, pero considero que no es admisible que no rectifique cuando conoce perfectamente los hechos y tampoco es admisible que los ciudadanos callen y aguanten.

Dejo para otro día "el truco" por el que Enrique Rojas consigue que se lleven a cabo sacas de madrugada con un certificado oficial médico, acientífico, que rechazaría cualquier estudiante de Medicina o Psicología y no rechaza toda una señora juez de un juzgado de guardia que ordena "localización y traslado", como si las mujeres fuéramos ratas y manda a la Policía ante la solicitud de un marido y un impostor sin oírnos.

En esta ocasión, se lleva a cabo lo que denomino "saca de madrugada", porque no encuentro mejores palabras para definirlo. Sucedió de madrugada (se acordó la hora con la Policía, aunque el internamiento se le solicitó a esta Señoría por la mañana de día. Antes, no se lo c.......................................deseaba a nadie, ahora, me encantaría que le sucediera a Su Señoría.

Todavía estoy esperando que Su Señoría se disculpe. Aunque ciudadana de a pie sinrelevancia alguna, no me considero con menos categoría que la juez Dª Mercedes de Mesa García, al contrario, ni en mi vida personal ni profesional he colaborado con un impostor. Y jamás he pisoteado derechos fundamentales de terceros, ni a sabiendas ni por descuido.

La vida de los demás, ha sido siempre tan sagrada como la mía aunque nunca haya recibido un sueldo del erario público precisamente para proteger la vida y derechos de los demás, algo que ella, en mi caso, se ha pasado por el forro.

Siento que esta entrada sea tan larga. Podría cortarla pero no le veo ninguna ventaja. Los documentos del juzgado, que son los que quiero poner de manifiesto, no los llevo todos los días en el bolso y estoy harta de oír "que raro tu caso... ¿qué dicen los jueces... y el fiscal?" con sonrisita socarrona y que pongan cara de pócker cuando explico la verdad.

Los jueces... los expertos en jueces dicen que los jueces nunca rectifican y que estoy tocando a "uno" de los validos de Rouco y el Opus Dei, protegido del clan Estapé y de la cúpula del PP. Pero yo estoy segura que cada mástil debe aguantar su vela y que tenemos un sistema judicial para que prevalezca el Estado de Derecho, no para que unos cuantos jueces lo derriben.


Si los socios y simpatizantes del Opus Dei no son compatibles con la Administración de Justicia que no estén en ella, al igual que no están los dominicos del Valle de los Caídos ni otros grupos religiosos organizados. El compromiso de obediencia y la familiaridad que profesan entre sí, no pueden anteponerse en ningún caso a los derechos de los ciudadanos. El Opus Dei y sus militantes ya tuvieron su momento en la dictadura franquista y no ha lugar al continuísmo de una dictadura ideológica en el ámbito judicial y menos si no están identificados.


...........Enrique Rojas maquiavélico impostor, fuera de la medicina


No menos importante que el método judicial, es el método personal empleado por Enrique Rojas con sus víctimas, con María Menchaca fue el "método Haloperidol" que la tenía hecha un zombi mientras su entonces marido la "exhibía" para que todos la vieran bien, según cuenta María.

"¡Pobre...! A lo mejor tenemos que ingresarla".

jueves, 9 de diciembre de 2010

Enrique Rojas, otra vuelta de tuerca


Ilustre Colegio Médicos Madrid acepta
pulpo como animal de compañía

Aunque en las entradas de Septiembre y Octubre 2010, está mejor explicado el método de engaño masivo que sigue Enrique Rojas, de lo que lo vamos a hacer aquí, a modo de RECORDATORIO, podemos ver en el documento de la izquierda, como declara que "él no se identifica en sus libros como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid" (esa era la denuncia).

Debajo podemos ver las diferentes formas que utiliza Don Rojas para engañar y más abajo dejamos los documentos que prueban que son falsas tanto las múltiples identificaciones utilizadas por Enrique Rojas como su declaración ante "el Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid.

Este sujeto engaña con premeditación y alevosía para llenar su consulta y vender sus libros y "el Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid lo sabe y además se le prueba las diferentes identificaciones profesionales utilizadas desde 1984, pero hace el paripé de que Enrique Rojas no miente, pese a que lo hace como un belllaco y archiva.



Enriques Rojas miente en el currículo
de su libro Los lenguajes del deseo

Enrique Rojas miente en el currículo
de su libro Remedios para el desamor

Enrique Rojas miente en el currículo
de su libro ¿Quién eres?

Enrique Rojas miente en currículo
Una Teoría de la felicidad

Enrique Rojas miente en currículo Adios depresión.
En el "Campus Villanueva" no existen facultades

Nos está pareciendo que el "el Ilustre" Colegio de Médicos de Madrid al dictar una Resolución injusta a sabiendas, está prevaricando.

Tiene tela!! que toda una organización colegial prevarique para beneficiar a un impostor que perjudica tanto a la profesión como a sus compañeros.

Y que además, permita que el impostor engañe a la ciudadanía.



(Doc. 1) Enrique Rojas Montes no ha sido ni es catedrático de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

(Doc. 2) En el claustro docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid no hay ni ha habido nunca nadie con el nombre de Enrique Rojas Montes.
Tampoco existe ni ha existido nunca ninguna cátedra de Psiquiatría en esta Facultad.


(Doc. 3) Enrique Rojas Montes no ha sido nunca catedrático de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad Complutense de Madrid.

Por si alguien no lo sabe todavía, Enrique Rojas Montes es un impostor que lleva casi 27 años identificándose como "catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid", siendo mentira.
Pertenece al Opus Dei y los documentos emitidos con falsedad por Enrique Rojas sobre sus víctimas y a espaldas de éstas, tienen un efecto contundente en los juzgados de guardia donde se presentan.



Enrique Rojas diciendo,
"Soy escritor, catedrático de
Psiquiatría Universidad Complutense...".
Es mentira
No hace mucho me di cuenta que las prescripciones de Enrique Rojas y las solicitudes del marido de la víctima de internamiento psiquiátrico, no van a reparto*. El marido presenta el certificado médico emitido por Enrique Rojas en el juzgado de guardia y el juzgado procede atípicamente sin ver ni oír a la víctima que queda indefensa y sin garantías de ningún tipo, ya que son Enrique Rojas y su cómplice - el marido -, quienes eligen juzgado. De nuevo ¡Más tela!

Enrique Rojas en su web como catedrático
Complutense y como "Consejero de Almas".

Sin embargo no aparece como "consejero de ladrones"

Nos preguntamos ¿para que sirven tanta Constitución y tanto Estado de Derecho cuando resulta tan fácil ser impostor durante 27 años - pese a las denuncias -, emitir documentos no veraces y elegir juzgado de guardia que proceda en la dirección de las intenciones del/los solicitantes?.
(*)Para los afortunados que por falta de experiencia no sepan que es "el reparto" judicial, informamos, que cuando se insta un procedimiento no lo coge el juez/a que cada cual elige, sino que en teoría (no sé cómo), se reparten aleatoriamente los procedimientos que entran en los juzgados de una jurisdición, entre los diferentes juzgados que haya habilitados, por lo que al menos teóricamente, existe la garantía del azar para el ciudadano ya que ni demandante ni demandado eligen juzgado. Sin embargo, en el caso que me ocupa, no ha sido así y al darme cuenta, ha empezado a chocarme y he empezaso a leer Autos.