domingo, 6 de septiembre de 2009

Enrique Rojas no quiere que divulguemos información


Como dije en el blog de Ana Azanza hace unos días, vi, que habían abierto una web sobre Enrique Rojas (la encontré por un enlace patrocinado/ hoy sé, que lo pusieron porque con tanta pág. de Enrique Rojas, nunca se hubiese encontrado esta web), http://www.doctorenriquerojas.com/ .

Abrí para tomar nota de "las novedades" que trajese Rojas para este curso, pensando que era una de las tropecientas págs. de las muchas que ha abierto este verano para seguir promocionándose más y mejor, con más de lo mismo.

Este año, ha añadido una "web de su fundación", otra con dirección de "viñedos", y múltiples referencias más. Hay tantas ... que me he perdido.

En un país donde los médicos tienen prohibido por sus Colegios publicitarse, lo de Enrique Rojas ¡tiene miga!. Mi abogado me decía, "... los médicos no pueden publicitarse ... ¡les cae una!". Bueno ..., eso será a otros médicos. A Enrique Rojas, ya sabemos que sólo le caen buenas brevas, en el Colegio de Médicos donde está colegiado (por caer, le han caído hasta cursos de formación impartidos a través de sus sociedades, sin olvidar los archivos de denuncias escabrosas).

Sin embargo, http://www.doctorenriquerojas.com/ , tenía contenido del que circula por internet documentado. Es decir, del nuestro. De ese que documenta que Enrique Rojas no es – ni ha sido – catedrático, de la Universidad Complutense de Madrid - aunque lo diga - o que en la Facultad de Psicología no existe cátedra de Psiquiatría, de sus libros, etc.

Al día siguiente o al otro, al intentar contactarles (no tenía ordenador y no lo hice de inmediato), me di cuenta que ya no mostraba el contenido (la alegría de “alguien más para informar quien es y que hace Enrique Rojas”, esa posible “ayudita” para conseguir que este individuo no repita con perversidades que ha venido llevando a cabo, se fue súbito).

Cuando la pág. ha vuelto a tener contenido he podido contactar y me entero de lo siguiente:

La web, estaba pensada pero se montó en una tarde muy a finales de agosto (creen que el 29 o 30). Los motivos de por qué la abrieron, ya los explicarán sus autores, si es que quieren hacerlo.

El caso es, que el 1 de sept. por la mañana, alguien que dijo pertenecer al "bufete de abogados Rafael de Funes & Asociados" y se identificó como "el abogado del dr. Enrique Rojas", llamó por telef. varias veces, a la persona que figura como titular de la pág., que no estaba en el nº de telf. al que llamaban.

Entre llamada y llamada, otra persona que conocía la agenda del titular de la web, llamó al número que había quedado grabado para decir que no llegaría hasta última hora de la tarde.

- Le contestaron que se había confundido. No conocían a Rafael de Funes en aquel nº. de telf.

Llamó de nuevo, pensando que se había confundido. Al intentar aclarar la situación, le dijeron que allí no había ningún despacho de abogados ¿?.

Después, el "supuesto abogado" o, "abogado listillo" (no sé como llamarlo porque no sé que es), volvió a llamar para decir que había llamado desde el despacho de un compañero ¿? (aunque la persona que atendió el telf. había dicho que allí no había ningún despacho de abogados).

- En mi opinión, esta "jugada mezquina", se plantea de esta forma, para que no se pueda demostrar que ha llamado "alguien de parte de Enrique Rojas", ya que el motivo de la llamada no era lícito y no conviene que se pueda demostrar.
Ahora mismo, podrían negarlo y decir que estoy inventándome esta historia, pero como es cierta, la cuento. Rojas ha mentido tanto..., que negar esto, sería una mentira pecata minuta,
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=14002

Sigo,

Por la tarde, volvieron a llamar y dejaron un nº de telef. móvil y un nombre de abogado, “Ignacio”, para que el titular de la web llamase cuando volviese (un abogado que actúa con ética deja nombre y apellido, como mínimo).

Tras otra llamada (llamaron de nuevo, se nota que había interés...), consiguieron hablar con el titular de la pág.

El "supuesto abogado de Enrique Rojas", le pidió que retirase el contenido de la web (dejo muestra de parte del contenido que habían cogido del blog que vengo haciendo sobre Enrique Rojas, ¡ojo!, no contra Enrique Rojas; soy una persona pacífica a la que por ejemplo, no se le ocurriría hacer ningún apaño, para que se llevasen a Enrique Rojas una madrugada e intentar que fuese a parar a un psiquiátrico privado bajo mi control),


"... y mejor, si dejaba el dominio" e intentó concertarle una cita con Rojas en C/Serrano, 100. O sea, en su consulta, en su entorno … interpreto, para poder apabullar y convencer, también más y mejor (mi experiencia me dice, que Enrique Rojas, le hubiese dejado caer “algún detalle” inmediato o futuro para ayudarle a convencerse).

Sobre la cita, el titular de la nueva web no consideró oportuno aceptarla y le dio largas - quedaron en hablar al día siguiente -, pero accedió a no mostrar el contenido y ponerla como "pag. en construcción" durante un breve periodo de tiempo para que Enrique Rojas pudiese enviarle la documentación que desmentía la información que aparecía en http://www.doctorenriquerojas.com/ , que no era otra, que la que está desparramada en internet y a Rojas no le conviene.

En el curso de la conversación, la persona titular de la web, dijo al “supuesto abogado de Enrique Rojas”, que lo único que habían hecho era recoger información que ya circulaba y publicarla.

- El “supuesto”, contestó que sí “... pero que ya había dos juicios por este asunto con los responsables de los sitios de la información que estaban recopilando y volviendo a publicar".

- Creo, que estaba diciéndole que lo iban a demandar, dando por hecho que le abrirían "un juicio" si no aceptaba retirar el contenido de la pág., aunque el vocabulario utilizado fuese otro (y creo, que no me equivoco).

Y pienso, que “el supuesto abogado de Enrique Rojas” (que no es el mismo que el que lo defiende en mi querella, una mujer), además de ser un farolero, se columpia.

Como he dicho, la información recopilada en ese momento, estaba y está en internet. Ya había sido recopilada por mí en una primera ronda y publicada en los sitios donde no han tenido miedo a Enrique Rojas ni a posibles represalias del Opus Dei. Fundamentalmente en
http://enriquerojaschanchullosymentiras.blogspot.com/ y http://www.opuslibros.org/
Soy la responsable y sólo me pesa no haber podido hacerlo antes.

Debería ser yo la primera persona "pendiente de juicio" en este asunto. Sin embargo, quien está a puertas de juicio es Enrique Rojas y a mí, sólo me falta un pelo para publicarle el Auto de apertura de juicio oral - que por cierto, hace dos meses que lo tiene también el Colegio de Médicos de Madrid, para que valoren sobre "EL PUCHERAZO" (punto 5), que he dejado más arriba.

No estoy por dejar a Enrique Rojas que siga desacreditándome, dando a entender que quien tiene un juicio pendiente no es él sino yo. Ahora me he enterado pero ¿cuántas ocasiones habrá en los que no me entero?.

No tengo notificación de ningún procedimiento o denuncia, donde pueda ser la "posible imputada" y si alguien estuviese en esta situación, estoy segura que me lo habría dicho.

El “supuesto abo de Enrique Rojas", sabe bien, que antes de que haya previsto "un juicio” de esta índole, tienen que darse unos pasos previos que suelen durar un par de años. Y en este caso, el primer paso, es invitar POR ESCRITO (no desde el telef. de “un compañero”) a que se retire la información (supongo, que es recomendable hacerlo incluyendo un argumento convincente).

Como "la invitación por escrito" sería prueba evidente de las pretensiones ilícitas de Enrique Rojas (que quiere que sólo se informe sobre él, lo que él informa sobre sí mismo, aunque sea falso), “el escritor”, cuando se trata de dejar prueba escrita no escribe. Utiliza otras fórmulas para conseguir su propósito.

Otro paso, previo a un juicio, es la "fase de instrucción" donde se decide si existe delito en función de las pruebas aportadas. ¿Podéis imaginar las pruebas que puede aportar Enrique Rojas para demostrar que lo que sobre él he/hemos publicado, es falso?.

¿Cómo puede decir el abogado de Enrique Rojas que hay dos personas para juicio por publicar información veraz?.
Delito, es publicar información FALSA con la intencionalidad de embaucar con ánimo de lucro.


Como ejemplo, puede servir mismamente lo que lleva haciendo Enrique Rojas, desde hace un cuarto de siglo, con el agravante (alevosía) de que gran parte de ese lucro se obtiene de personas que se encuentra en inferioridad de condiciones (de lo que se lleve de La Caixa, la CAM, Caja Murcia o cualquier otra entidad rica que le pague caché de lo que no es ni ha sido, no me da pena, entre otros, porque ya lo saben o deberían saberlo).

A su vez,

1º) He publicado - y seguiré publicando mientras sea útil -, información que he encontrado en la Biblioteca Nacional, en los libros que se venden en el Corte Inglés y otras muchas librerías e información publicada con anterioridad, en medios de comunicación.
Información, que precisamente ha sido facilitada y parte del mismísimo Enrique Rojas.

EL AUTORRETRATO

"Nací en Granada en 1949. Soy escritor, cate­drático de Psiquiatría de la Universidad Complu­tense de Madrid y direc­tor del Instituto Español de Investigaciones Psi­quiátricas. Hace cinco se­manas publiqué ’Los lenguajes del deseo. Cla­ves para orientarse en el laberinto de las pasiones’ y ya he vendido 30.000 ejemplares. Todo un éxito para tratarse de un ensayo, aunque con el an­terior estuve 37 semanas entre los más vendidos".


Nadie ha inventado que Enrique Rojas sea “catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid”, ni ha colocado una cátedra de Psiquiatría en la Facultad de Psicología, para que Rojas se forre llenando su consulta, embaucando.

¿Cómo me va/nos va a denunciar, si Enrique Rojas es la fuente de lo que decimos?


- Desde su web a la Biblioteca Nacional,













- Pasando por el "camino" de en medio y las obras sociales,


2º) Se han publicado documentos que han sido facilitados por organismos y/o instituciones oficiales por ser información de interés general a la que cualquier ciudadano de a pie tiene derecho. Hacemos un bien social difundiéndola.

¿Qué pretende Enrique Rojas?

- ¿Prohibirnos que pongamos un papel al lado del otro?





3) Y también se han publicado testimonios,
http://www.opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=13869 , porque en este país además de Enrique Rojas y su séquito de encubridores, existe la libertad de expresión y n/palabra no vale menos que la de Rojas ahora que sabemos que lleva 25 años identificándose con lo que no es, lucrándose con sus mentiras y conocemos lo que ha venido haciendo.

Parece que a este “abogado”, Enrique Rojas también le ha contado sus cuentos de aquella manera, lo mismo que los cuenta todos los días en los currículos que va repartiendo para venderse (más y mejor).

Dejo unas muestras de las transacciones de Enrique Rojas con diferentes empresas y centros de enseñanza, como “conferenciante”.














El “supuesto”, abogado o no, del Opus Dei o no, se ha prestado a utilizar el nivel de alevosía (agravante de la responsabilidad penal) que le ha marcado Enrique Rojas.

Aprovechándose del miedo que producen los pleitos a quienes no tienen experiencia procesal y del desconocimiento del titular de la nueva web - un ciudadano de a pie sin formación jurídica -, ha intentado infundirle miedo con "los dos juicios" para conseguir su propósito. Un propósito ilícito.

Esta "jugada", una más estilo Rojas (por detrás, en la sombra ... con la seguridad de que su nombre apabulla, si puede, no hace ... manda hacer), me está pareciendo que pudiera ser un delito contra la libertad de expresión y algo más – amedranta con alevosía para conseguir el silencio - y también me parece una forma más, de continuar con el descredito que me ocasionó y hacer que duden de mí.

Está claro que si la información que publico no fuese cierta, ya hubiese conseguido callarme y en http://www.doctorrojas.com/ , no pediría que retirasen el contenido a través de un abogado que no se identifica correctamente y llama desde "el despacho de un compañero", sino que hubiese conseguido una Providencia judicial, ordenándolo.

No sé que ocurrirá en el futuro con esta pág. El titular me ha parecido honesto, pero muy falto de tiempo y preocupado en exceso por minucias que considero no tienen importancia (si sobra o falta una "y", un "de" o una coma, cuando no afectan al sentido de la frase, para que Enrique Rojas no pueda denunciar). Se juzgan falsedades e intencionalidad, no equivocaciones de preposiciones y comas.

Enrique Rojas, no va a denunciar a nadie por publicar y/o difundir información veraz (ni falsa). La falsa, parte de él y la publican como loros los medios afines a su ideología. Unos, cerrando los ojos y otros, intencionadamente.
¿Tenéis constancia de que alguna vez haya denunciado a alguno?.

Rojas y su séquito, emplean sus energias para que en los juzgados no se vean/no lleguen asuntos relacionados con él y no a la inversa.

Creo, que ni Enrique Rojas ni su "supuesto abogado" deberían asustaros. El miedo, no nos va a llevar a conseguir que un puñado de tiranos dejen de atropellar derechos fundamentales.

En http://www.doctorenriquerojas.com/ , después de conceder a Rojas más plazo del acordado para que les aportase la documentación que desmentía la que la web divulgaba, me dijeron que le iban a escribir - y lo han hecho -, para comunicarle que ponían la pág. de nuevo en funcionamiento y que si envíaba documentación, la incluirán.

Me parece perfecto que incluyan los documentos que envíe Enrique Rojas (quizás tendré la oportunidad de ver el que le emite Juan José Javaloyes, como Decano de una Facultad de Psicopedagogía que no existe y presenta Rojas en el Colegio de Médicos, que no me dejan ver).

Como una loba he defendido que no me parecía bien que ocultaran la documentación e información que ya tenían y la que fuesen recopilando mientras llegaba la de Enrique Rojas.
Les he dicho, que en el Colegio de Médicos de Madrid debía haber presentado la documentación que acreditaba que fuese psiquiatra hace 31 años y todavía no lo ha hecho.
Y que a pesar de no tener "los papeles" en regla, emite Certificados Oficiales Médicos prescribiendo internamiento psiquiátrico con falsedad, a espaldas del interesado como "psiquiatra" y como "Catedrático de Psiquiatría" y el Colegio lo sabe, le archiva las denuncias y no le ha pedido "los papeles" antes de archivarle semejantes denuncias (en este punto, me parece que no me han creído).

Siguiendo con el asunto “del supuesto abogado de Enrique Rojas”, concluye - creo que no darán ningún paso más por esta vía, debido al contenido del mail que le han enviado, pese a que el abogado quedó en que hablarían para concretar la cita con Rojas -, cuando descubren que en el Colegio de Abogados de Madrid no hay ningún Rafael de Funes colegiado.

El único Funes que estaba colegiado, no se llama Rafael y está dado de baja (esto me indica, que quien eligió el nombre del “bufete de abogados Rafael de Funes & Asociados”, sabía elegir el nombre apropiado).

Eligió un nombre, que no figuraba en el Colegio de Abogados de Madrid, ni en las págs. amarillas, ni blancas ..., por lo que en ningún bufete podrían recibir una llamada preguntando por "el abogado del dr. Rojas", que hubiese podido dar pie a comentar sobre este tema al intentar localizar a alias "Ignacio" (el supuesto abogado que dejó nombre y nº de móvil en la penúltima llamada).

El registro del Colegio de Abogados de Madrid está configurado para localizar abogados por nombre y apellidos (no por bufetes). “Ignacio”, no es un dato válido para localizar a ninguno.

Si me entero de más y se puede, ya lo contaré. Casualmente, el titular de la web – que no vive en Pozuelo -, había dejado una dirección en el dominio, de Pozuelo. De alguna forma, Enrique Rojas el 1 de septiembre ya sabía que no estaba relacionado conmigo y por eso, mandó “al supuesto abo" sin arriesgarse en nada (a mí no me ha mandado nunca a nadie para intertar hacerme callar). Ni siquiera se arriesgó dejando el nº de telf. real, de este supuesto bufete, en el caso que exista.

Impresentable estrategia, incluso para un "catedrático de Psiquiatría", un "eminente y prestigioso psiquiatra" un "escritor" - que ahora se hace llamar "ensayista" -, "... un hombre polifacético, un «Leonardo da Vinci» moderno ..."

aunque sea todo falso.